Queridos glotones,
En esta ocasión os hablo de una propuesta algo distinta a lo que es un restaurante tradicional, el Invernadero de los Peñotes. Si sois de Madrid, seguro que identificáis Los Peñotes como uno de los invernaderos más conocidos de Madrid, en Alcobendas, junto a la Moraleja. Pues adicionalmente a la compra de muchas variedades de plantas, muebles de jardín, etc., también se puede comer, y he de decir que más que aceptablemente.
Junto al centro de jardinería se ha instalado un restaurante, que, por lo que tengo entendido también puede reservarse para eventos en la estructura de un invernadero, es decir, todo acristalado y muy luminoso. Una pequeña pega, no podréis disfrutar de una cena al atardecer ahora que llega el buen tiempo, porque abre solo hasta las 20 horas.
En lo que se refiere al puro disfrute, os cuento, estuvimos 4 personas para comer un sábado, y esto fue lo que tomamos. En primer lugar, los entrantes, unos rollitos de pato, con salsa de caramelo, que tan bien le va al pato, recomendables, para empezar:
Fantástica de sabor, quizá lo mejor de lo que probamos, aunque se echaba de menos un acompañamiento que hiciera el plato algo más vistoso (mis disculpas por la foto algo desenfocada).
Otro de los platos fue un bacalao con almejas y setas, también una buena elección en la carta y como se puede apreciar un poco más sofisticado en su presentación:
El sabor bastante bueno, aunque para mi gusto podría faltar algo más de mostaza y algo más de toque picante. Aquí uno de los asuntos a mejorar, hubiera sido deseable que me hubieran ofrecido la prueba primero, para que el plato estuviera a mi gusto.
Todo ello regado con "2" botellas del vino que nos tomamos tan ricamente. He de decir que desde que me descubrieron los Ribeira Sacra, cada vez les saco más partido:
Es curioso como a pesar de que la uva es mencía, la misma variedad utilizada en los vinos de El Bierzo, el producto final es completamente distinto, también fuerte, como no puede ser de otra forma, pero, al menos en este vino, mucho menos ácido.
En el apartado de postres, probamos un chocolate en 5 texturas, muy digno:
Y una especie de tartaleta o milhoja de plátano, con un sabor menos intenso de lo que podríamos haber esperado en un postre con plátano, muy ligera, con una textura casi como la de una mousse.
En definitiva, un sitio diferente, con una buena cocina y que merece la pena visitar (apróx. 30 euros por persona si no se dispara uno con el vino, pero con postre). Aquí la ficha del sitio:
Que ustedes lo disfruten!
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